El gobierno federal brasileño aparentemente ha desistido de la idea de financiar a las aerolíneas locales con fondos ya existentes.
Fueron necesarios más de 100 días para que el gobierno definiera la composición del comité responsable de la gestión de la política de crédito público para las aerolíneas, aprobada por el Congreso a finales del año pasado.
La demora se debe, en gran parte, a una revaluación por parte del gobierno sobre la urgencia del tema. El comité gestor, esencial para viabilizar el uso de los recursos, fue oficialmente constituido recién esta semana, tras la aprobación de la propuesta en diciembre, según recoge nuestro medio asociado en Brasil, AEROIN, del diario Estadão.
De esta forma, la liberación del crédito aún no ha ocurrido, ya que el gasto previsto ni siquiera fue comprometido en 2024. Si no se ejecuta este año, será necesario iniciar un nuevo proceso para incluir esos valores en futuras previsiones presupuestarias.
La percepción es que, tras la renegociación de deudas por parte de Azul y GOL, el financiamiento ya no es una prioridad para las aerolíneas. Incluso, la fusión de ambas compañías y la situación financiera más estable de LATAM podrían haber contribuido a este “enfriamiento” del tema.
El proyecto original contemplaba un crédito especial de alrededor de 4 mil millones de reales para las aerolíneas (alrededor de 700 millones de dólares)
Desde principios de año, ningún ministro ni miembro del alto escalón del gobierno se ha pronunciado sobre el asunto, ni se han mencionado otras medidas de apoyo al sector aéreo. El enfoque ha estado puesto en los datos y reformas aeroportuarias, con casi ninguna mención al fallido programa Voa Brasil, que ha registrado niveles bajísimos de venta de pasajes aéreos a R$ 200 (~USD 35).
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