Delta Air Lines anunció una asociación con la empresa australiana de tecnología aeroespacial MicroTau. A través de su iniciativa Sustainable Skies Lab, la aerolínea estadounidense comenzará a probar una tecnología pionera inspirada en la estructura microscópica de la piel de tiburón en su flota de aviones Boeing 767.
El núcleo de esta innovación es la aplicación de "riblets", unas ranuras o estrías microscópicas aplicadas directamente sobre las superficies exteriores de la aeronave, incluyendo el fuselaje, las alas y la cola. Este concepto de biomimética imita cómo las microestructuras en la piel de los tiburones reducen la fricción al moverse por el agua. Aplicado a la aviación, el objetivo es suavizar el flujo de aire turbulento cerca de la superficie del avión, reduciendo así la resistencia aerodinámica por fricción.
MicroTau ha desarrollado un "Paquete de Modificación de Riblets" específico para esta aplicación. Según las proyecciones de la compañía australiana, esta tecnología podría optimizar la eficiencia del combustible hasta en un 4%. Aunque cada porcentaje puede parecer pequeño, en la escala de operaciones de una aerolínea global como Delta, representa un ahorro de combustible y una reducción considerable de emisiones de carbono. La viabilidad de la tecnología ya ha sido demostrada en pruebas anteriores, notablemente en un Lockheed Martin C-130J perteneciente a la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Esta iniciativa se enmarca dentro de los esfuerzos más amplios de Delta por alcanzar la sostenibilidad. Con aproximadamente el 90% de sus emisiones de carbono anuales originadas por el consumo de combustible para aviones, la aerolínea busca activamente soluciones para mejorar la eficiencia. "El Laboratorio de Cielos Sostenibles de Delta conecta las ideas con la innovación comprobada [...] para un futuro más sostenible de los viajes aéreos", comentó Sangita Sharma, Directora de Cielos Sostenibles de Delta, resaltando el rol de la colaboración en acelerar la investigación y las pruebas.
Este proyecto complementa otras acciones de Delta, como la renovación de su flota con aeronaves de nueva generación más eficientes y la inversión en el desarrollo y uso de Combustibles Sostenibles de Aviación (SAF).
Si bien la idea de usar riblets para reducir la resistencia ha sido explorada durante décadas, enfrentó desafíos prácticos relacionados con la durabilidad y los métodos de aplicación (a menudo mediante films adhesivos). El enfoque de MicroTau, que podría involucrar una aplicación más directa y duradera, representa una nueva oportunidad para esta tecnología.
El éxito de estas pruebas en las operaciones diarias de los Boeing 767 de Delta será crucial. Si la tecnología de MicroTau demuestra ser efectiva y robusta en el mundo real, podría ofrecer una valiosa herramienta para mejorar la eficiencia de las flotas existentes a nivel mundial, contribuyendo a los objetivos de descarbonización de la industria a medio plazo, mientras maduran soluciones más radicales. La colaboración entre Delta y MicroTau es un claro ejemplo del compromiso de la industria aeronáutica por adoptar innovaciones tangibles en su camino hacia un futuro más verde.
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