La compañía aérea rusa Aeroflot, que tiene la mayor parte de su capital en manos del gobierno local, ha vuelto a hablar de la renovación de la flota con más de trescientos aviones producidos en Rusia. Esta vez, la información llegó a través de una nota del Kremlin, tras la reunión del director general de la aerolínea, Sergei Aleksandrovsky, con el presidente Vladimir Putin, el 26 de agosto.

La reunión, de tono principalmente político, se limitó a hablar de más de lo mismo. El objetivo, sin embargo, parece haber sido centrarse en las «nuevas» variantes de los aviones nacionales, que se están produciendo únicamente con componentes locales como parte de un amplio programa de sustitución de importaciones.

Como informó nuestro socio Aeroin, Aeroflot dijo que renovará su flota en los próximos años con 323 aviones, incluyendo 210 del modelo MC-21 equipados con motores nacionales PD-14, así como 73 Sukhoi Superjet (SSJ100) en la llamada versión «sustituida por importaciones» (SSJ-New) y 40 unidades Tu-214.

El precio medio de lista del MC-21 es de casi 98 millones de dólares y el del SSJ100 de 36 millones. En cuanto al Tu-214 no hay cifras actualizadas. Basándose en todo esto, y excluyendo el Tu-214, el paquete que debe encargar Aeroflot debería ser de al menos 23.000 millones de dólares.

«Se trata de un volumen muy significativo, que nos obligará a atraer recursos adicionales», subrayó Aleksandrovski. Según el jefe, la compañía aérea tiene previsto contratar a 3.500 pilotos más y encargar ocho nuevos simuladores de vuelo. Añadió que la estrategia de Aeroflot ya está «totalmente sincronizada con el programa de desarrollo de la industria de la aviación hasta 2030».

En la práctica, Aeroflot tiene dos vías para financiar este plan: buscar nuevos fondos de su principal accionista, el gobierno ruso, o acudir al mercado, siendo la primera la mejor opción ante la enorme incertidumbre sobre el flujo de caja de la compañía después de que las sanciones occidentales golpearan duramente a la aviación rusa.

Otro reto será conseguir que los fabricantes aumenten su ritmo de producción, ya que actualmente sólo se producen unas pocas unidades al año.