Después del derribo del Embraer 190 de Azerbaijan Airlines, Rusia refuerza medidas de seguridad ante interferencias de GPS
Tras el derribo del vuelo de Azerbaijan Airlines en Aktau, la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia) publicó un boletín con medidas para mitigar los riesgos asociados a las interferencias en señales de navegación causadas por sistemas de guerra electrónica utilizados para proteger infraestructuras estratégicas.
En el último año, Rosaviatsia registró un incremento en los reportes de fallos en los sistemas de navegación de las aeronaves y en los sistemas de control del tráfico aéreo. Estas fallas están relacionadas con interferencias electrónicas que afectan las señales del sistema global de navegación por satélite (GNSS), utilizadas para determinar la posición, la ruta y el tiempo.
El Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS, por sus siglas en inglés) es un conjunto de sistemas de satélites que proporcionan señales desde el espacio para determinar con precisión la posición, velocidad y tiempo en cualquier lugar del planeta. Entre los principales sistemas GNSS se encuentran el GPS (Estados Unidos), Galileo (Unión Europea), BeiDou (China) y GLONASS, operado por Rusia.
GLONASS, desarrollado desde la época soviética, se ha modernizado en las últimas décadas para ofrecer cobertura global con una constelación de 24 satélites operativos (contra 31 sistemas de GPS y 30 de Galileo). GLONASS es particularmente popular en Rusia y países cercanos debido a su alta fiabilidad en latitudes altas, donde algunos otros sistemas GNSS pueden tener limitaciones.
Los sistemas de aumentación juegan un papel clave para mejorar la precisión, disponibilidad e integridad de los sistemas GNSS, especialmente en aplicaciones críticas como la aviación. Estos sistemas, como el WAAS (Sistema de Aumentación de Área Amplia) en Estados Unidos, el EGNOS (Sistema Europeo de Superposición Geoestacionaria) en Europa y el SDCM (Sistema de Diferenciación y Monitoreo) en Rusia, utilizan estaciones terrestres y satélites adicionales para corregir errores en las señales GNSS. En el caso de Rusia, el SDCM complementa el GLONASS, brindando una mayor precisión para sectores como la aviación civil y el transporte terrestre.
Las interferencias pueden provocar:
- Pérdida de precisión en la navegación y desviaciones de ruta.
- Falsas alarmas de colisión con el suelo.
- Errores en las lecturas de velocidad y viento.
- Dificultades para realizar aproximaciones de aterrizaje y vuelos controlados según trayectorias programadas.
Aunque los aviones cuentan con sistemas alternativos, como la navegación inercial y el soporte desde tierra, la ausencia de señales GNSS fiables puede generar situaciones de riesgo.
Rosaviatsia ha recomendado a las aerolíneas fortalecer la formación de los pilotos frente a las interferencias en los sistemas de navegación. Esta capacitación adicional debe incluir procedimientos específicos para afrontar fallos tanto en los sistemas satelitales como en los terrestres. Además, se deben practicar aterrizajes utilizando sistemas de navegación no precisos, como NDB y VOR/DME, para garantizar la seguridad en escenarios adversos. La preparación también debe abarcar la gestión de fallos críticos, como el colapso de sistemas hidráulicos, que pueden afectar significativamente el control de la aeronave.
Selección de aeropuertos
Otra medida clave es la evaluación cuidadosa de los aeropuertos en los que se opera. Se recomienda evitar aquellos que dependan exclusivamente de sistemas GNSS para las maniobras de aproximación, especialmente en zonas donde las interferencias sean frecuentes. Además, es necesario reducir la frecuencia de vuelos en áreas próximas a espacios aéreos restringidos o donde se utilicen equipos de interferencia, disminuyendo así los riesgos asociados a la pérdida de señales de navegación.
Supervisión de equipos
Para mitigar los efectos de las interferencias, es esencial garantizar el funcionamiento de los sistemas mínimos requeridos en áreas afectadas. Esto incluye la verificación constante de los equipos y el reporte inmediato de fallos a los controladores de tráfico aéreo, quienes deben proporcionar asistencia ante cualquier duda en la navegación. La comunicación efectiva entre pilotos y controladores es fundamental para mantener la seguridad operativa en todo momento.
Responsabilidades del personal de control aéreo
Además, la agencia instruyó a los controladores aéreos para:
- Asistir a las tripulaciones en zonas con interferencias GNSS.
- Monitorear continuamente la posición de las aeronaves.
- Informar de inmediato a los pilotos sobre desviaciones en la ruta o problemas detectados.
Los directores de las unidades de control de tráfico aéreo deben transmitir con rapidez cualquier información sobre el uso de sistemas de interferencia electrónica.
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