La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, a través de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), está estructurando un plan de inversión que rondaría los 1.500 millones de pesos (unos 74 millones de dólares) para adquirir la estratégica Base de Mantenimiento (MRO) de la extinta Mexicana de Aviación, ubicada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Carlos Manuel Merino, director general de ASA y exgobernador de Tabasco, confirmó que se está trabajando en la propuesta, que contempla una inversión inicial de 1.000 millones de pesos para la compra y otros 500 millones para la modernización y puesta a punto de las instalaciones. El objetivo es concretar la operación antes de octubre de 2025, fecha en que vence la prórroga del fideicomiso que actualmente administra el MRO.
"La intención es que el Gobierno no pierda la rectoría", señaló Merino en declaraciones recientes a El Financiero. Agregó que se explora un esquema de inversión mixto, donde podrían participar capital privado, incluso extranjero, y se buscaría integrar a los extrabajadores de Mexicana. "Qué mejor que quede con mexicanos... proponerle a los trabajadores que se hagan parte, al final es algo que lo sienten suyo", detalló.
La base MRO de Mexicana no es un activo menor. A pesar del cese de operaciones de la aerolínea en 2010, esta instalación ha continuado operando ininterrumpidamente y ha mantenido su estabilidad financiera. Su valor estratégico radica en sus múltiples certificaciones internacionales (incluyendo FAA y EASA) y en ser una de las pocas instalaciones a nivel mundial certificada para realizar conversiones de aviones de pasajeros a cargueros (P2F), un servicio de alta demanda en el mercado actual. Además, tiene capacidad para dar servicio simultáneo a entre 10 y 12 aeronaves de gran tamaño y presta servicios a diversas aerolíneas nacionales e internacionales.
La urgencia del fideicomiso
La adquisición gubernamental cobra urgencia debido al vencimiento del fideicomiso que administra el MRO. Originalmente pactado por 10 años, este fideicomiso expiró el 3 de abril de 2024. Ante la falta de venta, los sindicatos lograron una prórroga de 18 meses (hasta octubre de 2025). Si la venta no se concreta para entonces, los activos podrían pasar a manos de los acreedores de la antigua Mexicana.
La venta del MRO tiene como objetivo principal generar fondos para liquidar una parte de los salarios caídos y otras prestaciones adeudadas a los más de 8,000 extrabajadores de Mexicana de Aviación, quienes llevan casi 15 años esperando una resolución. Cabe recordar que una operación previa, la compra de la marca Mexicana y otros activos por parte del gobierno anterior por 807 millones de pesos, aún tiene pendiente la dispersión de aproximadamente la mitad de los fondos debido a disputas legales internas entre los grupos de trabajadores.
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La adquisición del MRO también podría generar una sinergia importante con la nueva Aerolínea del Estado Mexicano, que opera bajo la marca Mexicana y está gestionada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Esta nueva aerolínea, que enfrentó desafíos en su primer año y una demanda millonaria por parte de SAT Aero Holdings, espera recibir próximamente sus primeras aeronaves Embraer. Contar con una base de mantenimiento robusta y "en casa" como el MRO de Mexicana sería un soporte fundamental para sus operaciones y expansión futura.
La decisión final sobre la estructura de la compra y la participación de otros actores se espera en los próximos meses, bajo la presión del plazo límite de octubre para asegurar este activo de la industria aeronáutica mexicana.
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