Entró en operación la primera fase del rediseño del espacio aéreo en el Valle de México
Este jueves 25 de marzo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de México puso en marcha la primera fase del rediseño del espacio aéreo en el Valle de México, una pieza clave para mejorar la seguridad y la eficiencia de las operaciones mientras toma forma el nuevo sistema aeroportuario metropolitano.
Esta fase contempla las operaciones del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) y los de Toluca, Puebla y Cuernavaca, mientras que la segunda lo hará una vez que se inaugure el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles de Santa Lucía, en marzo de 2022.
«Desde diciembre de 2018, la SCT, a través de los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), ha desarrollado un Plan Rector para la modernización y reestructura del espacio aéreo mediante la Navegación Basada en la Performance (PBN, por sus siglas en inglés), mismo que permite evolucionar la navegación aérea mediante el uso actual y futuro de la infraestructura en tierra, aprovechando también la tecnología satelital y digital, así como los sistemas tecnológicos avanzados en las cabinas de vuelo, a fin de que las aeronaves puedan navegar en rutas más precisas, directas y eficientes», señalaron desde el organismo a través de un comunicado.
«El nuevo diseño del espacio aéreo ha sido probado en diferentes escenarios y simuladores de vuelo por pilotos nacionales y extranjeros, a fin de asegurar el cumplimiento de los criterios de calidad, eficiencia y seguridad que garantizan la viabilidad operacional de los Aeropuertos Internacionales Benito Juárez de la CDMX, Toluca y Felipe Ángeles», agregaron.
Los beneficios que traerá este rediseño, destacaron, apuntan a una reducción de hasta 16% en el tiempo de vuelo de las aeronaves que operen en el espacio aéreo del sistema aeroportuario metropolitano, de acuerdo a las simulaciones realizadas por NavBlue; tiempos predecibles y mayor eficiencia en rutas de llegada y salida en cada aeropuerto; reducción de las demoras operacionales, lo cual se traduce en aumento de la capacidad del espacio aéreo; reducción en el consumo de combustible y emisión de gases; y la reducción en las interacciones y carga de trabajo para pilotos y controladores de tránsito aéreo.
Desde la SCT destacaron la colaboración de entidades como la OACI, la IATA, la Cámara Nacional de Aerotransportes, el Colegio de Pilotos Aviadores y el Colegio de Ingenieros en Aeronáutica, entre otras autoridades y protagonistas de la industria a nivel local e internacional.
Y precisamente desde IATA, en una conferencia de prensa que tuvo lugar esta tarde, Peter Cerdá, su VP para América dijo que «esta iniciativa ha sido muy trabajada por la industria. Se demoró el proceso por unos meses debido a unas inquietudes que teníamos que resolver. Ahora tenemos que ver los beneficios que nos va a traer en términos de eficiencia. Estamos contentos, ha sido un desarrollo complejo porque el área de México es muy complicada en materia de tránsito aéreo y se ha hecho de una manera responsable».
Desde 2005 en México se han implementado cientos de rutas de llegada, salida y aproximación con procedimientos que utilizan la Navegación Basada en la Performance (PBN por su sigla en inglés), en uso en más de 20 aeropuertos como Cancún, Guadalajara, Monterrey y Tijuana.
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