La administración de Donald Trump anunció el domingo que los empleados federales en funciones de seguridad pública, incluidos los controladores aéreos, estarán exentos de un incentivo financiero para abandonar sus puestos.
El martes, la Casa Blanca ofreció a dos millones de trabajadores civiles a tiempo completo un programa de "renuncia diferida", que les permitiría permanecer en la nómina hasta el 30 de septiembre sin la obligación de trabajar.
Sin embargo, la Oficina de Gestión de Personal (OPM, por sus siglas en inglés) especificó en una actualización que la medida no se aplicará a "posiciones relacionadas con la seguridad pública y otros cargos específicamente excluidos por la agencia empleadora".
Un portavoz de la Casa Blanca no precisó cuántos puestos de seguridad estarían exentos de la medida. Anteriormente, la OPM indicó que el programa no incluiría a personal militar, empleados del Servicio Postal de EE.UU., ni a aquellos en funciones de control migratorio y seguridad nacional.
El presidente Trump ha impuesto una suspensión en la contratación de la mayoría de los empleos federales, aunque con ciertas excepciones. El secretario de Transporte, Sean Duffy, declaró a CNN que los controladores aéreos y los inspectores están exentos de esta medida y que la Administración Federal de Aviación (FAA) continúa contratando personal.
"Las posiciones críticas en materia de seguridad no están incluidas en el retiro anticipado. Todo el personal de seguridad se mantendrá en su puesto", afirmó Duffy. "Seguiremos trabajando para garantizar la seguridad aérea".
De acuerdo con lo reportado por Reuters, la semana pasada, algunos controladores aéreos recibieron ofertas de retiro anticipado, lo que generó preocupación en la industria sobre el impacto que podría tener en la operación de los vuelos.
La FAA ha informado que su plantilla de controladores está por debajo del objetivo en 3.000 personas. El sindicato que representa a estos trabajadores señala que hay alrededor de 10.800 controladores certificados, una cifra similar a la de 2023 y un 10% menos que en 2012. La mayoría de las torres de control en EE.UU. operan con menos personal del requerido.
"No hemos contado con suficientes controladores aéreos en EE.UU. desde hace mucho tiempo", afirmó Duffy en Fox News Sunday, destacando que el entrenamiento de estos profesionales lleva años. "Nuestros controladores están bajo presión, sobrecargados de trabajo y al límite de su capacidad".
En los últimos años, la FAA ha recurrido regularmente a jornadas de seis días semanales y ha reducido el tráfico aéreo en el área de Nueva York debido a la falta de personal.
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