Guerra de aranceles: Boeing confirma que los clientes chinos rechazan aviones y evalúa reasignarlos
Boeing confirmó que sus clientes en China rechazan la entrega de nuevos aviones fabricados para ellos debido a los aranceles de importación impuestos por Beijing. La situación llevó al retorno de aeronaves a Estados Unidos y obliga al fabricante a considerar la reasignación de estos aviones a otros mercados.
"Debido a los aranceles, muchos de nuestros clientes en China indicaron que no aceptarán la entrega", declaró el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, durante la presentación de resultados del primer trimestre de la compañía el pasado miércoles. Ortberg especificó que China era el único país donde Boeing enfrentaba este inconveniente.
Como consecuencia, Boeing podría redirigir los aviones originalmente destinados a China hacia otros clientes que buscan adelantar sus entregas, en un contexto de escasez global de aeronaves comerciales nuevas.
Antes de la escalada comercial iniciada por la administración Trump, los aviones comerciales se intercambiaban libres de aranceles a nivel mundial gracias a un acuerdo de aviación civil de 1979. Ahora, una aerolínea china que reciba un avión fabricado por Boeing podría enfrentar fuertes costos por los aranceles retaliatorios impuestos por su propio gobierno sobre bienes estadounidenses. Según la consultora aeronáutica IBA, un Boeing 737 MAX nuevo tiene un valor de mercado aproximado de 55 millones de dólares, por lo que los aranceles representan un costo considerable para las aerolíneas.
De acuerdo con lo reportado por Reuters, la medida ya tiene efectos prácticos. Dos Boeing 737 MAX 8, que habían sido trasladados a China en marzo para su entrega a Xiamen Airlines, regresaron la semana pasada al centro de producción de Boeing en Seattle.
Además, un tercer 737 MAX 8 partió el jueves desde el centro de finalización de Boeing en Zhoushan, cerca de Shanghái, con destino a Guam, territorio estadounidense. Según la base de datos de Aviation Flights Group, este avión estaba inicialmente destinado a la aerolínea estatal Air China, la cual no respondió a solicitudes de comentarios al momento de la publicación. Dicho avión voló desde Seattle a Zhoushan el 5 de abril, en el período entre el anuncio inicial de aranceles por parte de Estados Unidos y la aplicación efectiva de las contramedidas chinas. Guam es una escala técnica habitual para estos vuelos de traslado entre Seattle y Zhoushan.
El Director Financiero (CFO) de Boeing, Brian West, informó que China representa alrededor del 10% de la cartera de pedidos de aviones comerciales de Boeing. La compañía tenía planes de entregar aproximadamente 50 aviones nuevos a clientes chinos durante lo que resta del año.
West añadió que Boeing evalúa opciones para reasignar los 41 aviones ya construidos o en proceso de fabricación que estaban destinados a China. "Para los nueve aviones que aún no están en el sistema de producción, estamos en contacto con nuestros clientes para entender sus intenciones de recibirlos y, si es necesario, tenemos la capacidad de asignar esas posiciones a otros clientes", explicó Ortberg. "No continuaremos construyendo aviones para clientes que no los aceptarán", sentenció el CEO.
Datos de seguimiento de Aviation Flights Group muestran que 36 aeronaves construidas para clientes chinos se encuentran actualmente en distintas fases de producción y prueba en Estados Unidos, incluyendo los tres aviones que retornaron.
Las cifras oficiales de Boeing indican 130 pedidos pendientes de aerolíneas y arrendadores basados en China, de los cuales 96 corresponden al modelo 737 MAX. Fuentes de la industria aeronáutica señalan que una porción considerable de los más de 760 pedidos pendientes cuyo comprador final aún no se revela, probablemente también corresponden a clientes chinos.
Este conflicto arancelario surge en un momento delicado para Boeing, que recientemente comenzaba a normalizar las entregas del 737 MAX en China tras una suspensión de casi cinco años ligada a la recertificación del modelo y a tensiones comerciales previas.
West describió la situación como un desafío a corto plazo, afirmando que existen dos caminos: o China vuelve a aceptar las entregas, o Boeing prepara los aviones para otros compradores. "Los clientes llaman, pidiendo aviones adicionales", comentó, subrayando la fuerte demanda existente en otros mercados.
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