Accidente del Embraer 190 en Kazajistán: fragmentos metálicos en el fuselaje refuerzan la hipótesis del derribo
El informe preliminar del accidente del Embraer 190 de Azerbaijan Airlines en Kazajistán revela daños inusuales en la estructura, incluyendo perforaciones en la cola y el estabilizador. Investigadores analizan si el avión fue impactado por un objeto externo en vuelo, lo que podría modificar la versión oficial sobre la causa del siniestro.
El Ministerio de Transporte de Kazajistán ha publicado el informe preliminar sobre el accidente del Embraer ERJ 190-100 IGW, matrícula 4K-AZ65, operado por Azerbaijan Airlines (AZAL). El siniestro, ocurrido el 25 de diciembre de 2024 cerca de Aktau, Kazajistán, dejó 38 muertos y abrió una serie de interrogantes que podrían modificar la narrativa inicial sobre la causa del accidente.
Lo que en un primer momento fue descrito como una posible colisión con aves ha evolucionado hacia una línea de investigación más compleja. Según el documento, el daño estructural en la aeronave y la presencia de objetos metálicos en el fuselaje han llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de un impacto externo antes del siniestro.
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De un problema técnico a una emergencia incontrolable
El vuelo J2-8243 despegó de Bakú con destino a Grozny, pero enfrentó dificultades en el aterrizaje en su destino original. Tras dos intentos fallidos de aproximación, la tripulación decidió regresar a Bakú, pero la situación se deterioró rápidamente.
A las 05:13 UTC, los registros del avión muestran que se produjo una pérdida total de los sistemas de control, lo que obligó a la tripulación a tomar la decisión de dirigirse a Aktau para un aterrizaje de emergencia. A partir de ese momento, los reportes del informe sugieren un deterioro progresivo de la aeronave, con la activación de múltiples alertas en la cabina, incluyendo pérdida de presión hidráulica y despresurización.
Una de las declaraciones clave en el informe señala que la tripulación reportó una explosión en la parte trasera del avión, seguida de una despresurización repentina. Este dato es crucial, ya que podría descartar la hipótesis de que la aeronave simplemente sufrió un problema técnico y apuntar hacia un evento externo.
Análisis de los daños: la evidencia que genera dudas
El informe detalla un extenso análisis de los restos del Embraer 190, destacando daños importantes en la sección de cola, el estabilizador horizontal y el motor izquierdo. Algunas de estas afectaciones han sido descritas como perforaciones en el fuselaje, lo que ha generado nuevas hipótesis sobre la causa del accidente.
Entre los elementos más relevantes del análisis forense se encuentra la recuperación de fragmentos metálicos incrustados en la estructura de la aeronave, en particular en la sección de cola y el sistema hidráulico. Los expertos han determinado que estas piezas no formaban parte del Embraer 190, lo que refuerza la posibilidad de que la aeronave haya sido alcanzada por un objeto externo en vuelo.
Además, se encontraron daños en los conductos hidráulicos, que sugieren que la aeronave sufrió una pérdida de control progresiva debido a la falta de presión en sus sistemas críticos. Esta pérdida de control habría llevado al avión a una situación donde la tripulación solo podía maniobrar con los motores, un procedimiento de emergencia extremadamente complejo y con pocas probabilidades de éxito.
¿Colisión con aves o impacto de un objeto externo?
Desde el inicio de la investigación, una de las hipótesis principales fue la ingesta de aves en los motores, lo que podría haber causado el mal funcionamiento de los sistemas del avión. Sin embargo, el informe no presenta evidencia contundente de restos biológicos en los motores o el fuselaje, lo que ha llevado a los expertos a replantear esta teoría.
El documento preliminar sugiere que la aeronave pudo haber sido alcanzada por un objeto desconocido antes de la pérdida de control, lo que coincide con las declaraciones del presidente de Azerbaiyán, quien afirmó que el Embraer 190 podría haber sido derribado desde tierra. Esta acusación ha generado tensiones diplomáticas, especialmente porque los daños descritos en el avión no corresponden con los patrones típicos de un impacto con aves.
El informe menciona que se han enviado fragmentos metálicos recuperados a análisis balísticos y forenses para determinar su origen. Los resultados de estos estudios podrían confirmar o descartar la posibilidad de que el avión haya sido impactado por un proyectil u otro tipo de objeto de alta velocidad.
La grabadora de datos de vuelo: las claves que aún faltan
Si bien el informe ofrece detalles significativos sobre los últimos minutos del vuelo, los investigadores aún están analizando los registradores de vuelo (FDR) y las grabaciones de cabina (CVR) para entender qué ocurrió en los instantes previos a la emergencia.
Algunas preguntas clave que los expertos buscan responder incluyen:
- ¿Hubo una explosión dentro del avión o se trató de un impacto externo?
- ¿Por qué se perdieron simultáneamente los sistemas hidráulicos y de navegación?
- ¿Qué evidencias aportan los restos encontrados en la aeronave sobre la causa del siniestro?
El análisis de estos datos podría ser crucial para determinar si el accidente se debió a una falla mecánica, una colisión en vuelo o incluso una acción intencionada.
Implicaciones y próximos pasos
El informe preliminar deja abierta la posibilidad de que el accidente del Embraer 190 de Azerbaijan Airlines no haya sido un evento fortuito, sino que hubiera factores externos involucrados. Este hallazgo podría tener repercusiones diplomáticas y de seguridad aérea a nivel internacional.
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Las autoridades kazajas han anunciado que continuarán con el análisis de los fragmentos recuperados y con la inspección detallada de los sistemas de la aeronave. Mientras tanto, se espera un informe final en los próximos meses, que podría esclarecer las verdaderas causas del siniestro y, potencialmente, modificar la versión oficial de los hechos.
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