El pasado 17 de diciembre, la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) publicó una actualización en la hoja de datos de certificación de tipo (Type Certificate Data Sheet – TCDS) para la familia Boeing 787, destacando un aumento en los pesos máximos permitidos para el modelo 787-9.

Con esta actualización, el peso máximo en taxi (Maximum Taxi Weight – MTW) del Boeing 787-9 se incrementó a 563.000 libras (255.372 kilogramos), mientras que el peso máximo al despegue (Maximum Takeoff Weight – MTOW) ahora es de 561.500 libras (254.692 kilogramos). Estos cambios están dirigidos a aeronaves equipadas con motores Rolls-Royce Trent 1000, con un empuje de 74.000 libras, y los General Electric GEnx, con empujes de 74.000 o 75.000 libras.

A pesar de estos incrementos, la EASA advirtió que los límites máximos de peso pueden variar según restricciones operativas relacionadas con el centro de gravedad, la densidad del combustible y la carga máxima de combustible, parámetros establecidos en el Manual de Vuelo Aprobado (Approved Flight Manual – AFM) de cada operador.

La actualización, también reportada por Simple Flying,  confirma que otros límites de peso, como el peso máximo de aterrizaje (Maximum Landing Weight – MLW), el peso máximo sin combustible (Maximum Zero Fuel Weight – MZFW) y los pesos mínimos de vuelo y sin combustible (Zero Fuel Weight -ZFW), no han sufrido modificaciones.

Perspectiva internacional y desarrollos futuros

Por su parte, la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos no ha realizado actualizaciones en la TCDS del 787 desde agosto, aunque hace referencia a los pesos máximos aprobados en los AFM específicos de los operadores, documentos no públicos que pueden variar entre aerolíneas.

En el contexto de la industria, Boeing trabaja actualmente en variantes de mayor peso bruto (IGW) para el 787-9 y el 787-10. Según The Air Current, estas versiones podrían añadir hasta 12.000 libras (5.443 kilogramos) al MTOW del 787-10, llevándolo a 572.000 libras (259.454 kilogramos).

Estas modificaciones ofrecen a las aerolíneas mayor flexibilidad operativa en términos de carga útil y alcance, mientras que los desarrollos en motores contribuyen a mejorar la confiabilidad y la eficiencia. Sin embargo, las restricciones operativas específicas y las configuraciones de cada aerolínea pueden generar variaciones en los pesos reportados.