La USAF acelera la integración de drones con cazas tripulados
Nace una unidad que ensayará operaciones conjuntas entre cazas tripulados y aeronaves autónomas.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) dio un paso decisivo hacia la integración operativa de drones de combate no tripulados junto a cazas tripulados de quinta generación como el F-35 y los futuros cazas de sexta generación. Ayer, durante una ceremonia realizada en la Base Aérea de Nellis (Nevada), se activó formalmente la nueva Experimental Operations Unit (EOU), una unidad destinada a desarrollar, evaluar y optimizar el trabajo conjunto entre pilotos humanos y aeronaves autónomas, dentro del marco del programa Collaborative Combat Aircraft (CCA).
La unidad —dependiente del 53rd Wing— operaba hasta ahora como destacamento, pero fue elevada al rango de escuadrón operativo con el objetivo de acelerar la transición de conceptos experimentales hacia capacidades de combate viables. Según el coronel Daniel Lehoski, comandante del 53rd Wing, "la EOU encarna nuestro compromiso con la innovación rápida y con dotar a nuestros combatientes de las herramientas más avanzadas para dominar el espacio de batalla del futuro".
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La visión detrás del CCA es clara: desarrollar aeronaves no tripuladas capaces de operar de forma colaborativa con plataformas como el F-22, F-35A y el F-47 de sexta generación. Estos sistemas —concebidos como multiplicadores de fuerza— combinarán autonomía, modularidad y bajo costo unitario para asumir misiones de alto riesgo, ampliar el alcance sensorial del paquete aéreo y aumentar la masa táctica sin comprometer pilotos.
En este contexto, la EOU cumplirá un rol clave como banco de pruebas para conceptos de trabajo conjunto humano-máquina en escenarios realistas. Según explicó el teniente coronel Matthew Jensen, comandante de la unidad, “nuestro objetivo es garantizar que los CCA sean una capacidad de combate creíble desde el primer día, incrementando la letalidad y la supervivencia de la fuerza conjunta”.
La unidad se integrará plenamente al Virtual Warfare Center y al Joint Integrated Test and Training Center de Nellis, lo que le permitirá combinar simulaciones de alta fidelidad con pruebas en vuelo para validar tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs) antes de su adopción operativa. El enfoque apunta a refinar tanto los aspectos técnicos como doctrinarios de una colaboración efectiva entre cazas tripulados y vehículos autónomos.
El jefe de Estado Mayor de la USAF, general David Allvin, subrayó la importancia estratégica de estos avances en una publicación reciente: “Activamos una unidad operativa dedicada a refinar el trabajo en equipo entre humanos y máquinas para dominar el espacio de batalla”.
La USAF prevé alcanzar una capacidad operacional relevante del CCA Increment 1 antes de que finalice la década, con planes para adquirir inicialmente al menos un millar de drones de combate en los próximos años. La selección del diseño que avanzará a producción en serie está programada para el año fiscal 2026, tras la evaluación comparativa de los prototipos construidos por General Atomics Aeronautical Systems (GA-ASI) y su competidor, Anduril.
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