La conectividad mediante transporte público entre los aeropuertos argentinos y las ciudades que sirven es un histórico asunto pendiente que sólo se ha ido resolviendo en casos muy puntuales.
El ejemplo más exitoso es el del aeropuerto de El Palomar, que cuenta con una estación del Ferrocarril San Martín a metros de su terminal, la cual moviliza a alrededor del 40% de los pasajeros que toman un vuelo, uniéndolo con Retiro en 40 minutos a un valor irrisorio para precios internacionales (USD 0,22).
En el interior podríamos destacar los servicios de buses especiales en Córdoba, Rosario y Santa Fe, similares a los de Tienda León en Ezeiza y Aeroparque. El proyecto que se anunció a fines del año pasado para establecer una estación de tren en el aeropuerto de Neuquén, de materializarse, también será muy interesante.
Pero al margen de estos ejemplos, la mayoría de los aeropuertos del interior no cuentan ni siquiera con una línea de colectivos que pase por sus terminales, quedando como única opción los taxis y remises a valores bastante altos.
El Aeroparque Jorge Newbery es un caso especial porque, a pesar de ubicarse dentro del casco urbano de la ciudad de Buenos Aires, el transporte público se reduce a un puñado de líneas de colectivos que no resultan cómodas para los viajeros, poseen recorridos intrincados, y no inspiran seguridad, principalmente entre quienes no viven en la capital.
Sobre esta problemática, el ministro de Turismo, Matías Lammens, reflotó hoy en el programa «Siempre es Hoy» de Cítrica Radio una propuesta de campaña (él había sido candidato a Jefe de Gobierno de la ciudad) para establecer una línea de tranvías que unan a Plaza Italia con el Aeroparque Jorge Newbery. «Es absolutamente posible», dijo Lammens. «Hay dos posibilidades de recorrido, pero la principal es una que iría derecho por la avenida Sarmiento y luego doble a la izquierda», concluyó.
Si bien esto es apenas una primera mención a un proyecto que probablemente, si avanza, lleve algunos años concretar, no es malo el planteo de la problemática. Algunos sectores siempre expresaron que la mejor opción sería establecer una estación de la línea General Belgrano que bordea el sur de Aeroparque, y conectar a la terminal por un túnel subterráneo, pero esa idea fue descartada hace más de cinco años.
Un subte sería ideal, pero considerando lo atrasada de la red en su cobertura de otros barrios de la ciudad, no es una opción realista.
El ministro también dijo que la posibilidad de unir a Ezeiza con Aeroparque es uno de los temas clave (y vaya que lo es), aunque en ese sentido no mencionó ningún plan concreto.
El anterior ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, expresó en repetidas oportunidades, lo que le valió muchas críticas, que un servicio de trenes hasta el aeropuerto de Ezeiza no sería sustentable y que existían otras prioridades para el sistema ferroviario antes que lograr esa conexión.
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