Nuevo problema: la USAF inspecciona su flota de reabastecedores Boeing KC-46 por grietas estructurales
La Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) inició una inspección en sus 89 aviones cisterna KC-46A Pegasus luego de que se detectaran grietas en dos unidades destinadas al Centro de Entrega Militar. De acuerdo con lo reportado por Howard Altman en The WarZone, Boeing identificó el problema y ha suspendido temporalmente las entregas mientras investiga la causa y desarrolla una solución.
De acuerdo con la Fuerza Aérea, si se encuentran grietas en otros aviones, estos serán reparados antes de volver a operar. Se especificó que las fisuras no afectan superficies de vuelo ni bisagras, sino estructuras primarias o secundarias.
Boeing ha asegurado que trabaja en conjunto con la Fuerza Aérea para evaluar el impacto del problema en la flota en servicio y en las aeronaves en producción. Este incidente se suma a una serie de inconvenientes que han afectado al programa Pegasus desde su inicio, incluyendo retrasos en la entrega y fallos en el sistema de visión remota utilizado para la operación del brazo de reabastecimiento.
El programa también enfrenta problemas con la rigidez del brazo de reabastecimiento, lo que ha llevado a Boeing a implementar modificaciones en hardware y software. La decisión de reemplazar completamente el sistema de visión remota se tomó tras reportes de dificultades operativas y riesgos para los operadores.
Un informe del año fiscal 2024 del Director de Pruebas y Evaluación Operacional (DOTE) señaló que el KC-46A no cumple con varios de sus indicadores de rendimiento. La disponibilidad operativa y la tasa de aeronaves en misiones se mantuvieron por debajo de los umbrales requeridos, y los tiempos de reparación se han visto afectados por problemas en la cadena de suministro.
En marzo de 2024, la entrega de nuevos KC-46A se retrasó dos meses debido a la detección de una pieza defectuosa en el brazo de reabastecimiento. La investigación reveló fallas en un componente crucial para el movimiento direccional de la boquilla de combustible.
Estos problemas han generado graves pérdidas financieras para Boeing. En enero, la compañía reportó una pérdida de 800 millones de dólares en el cuarto trimestre atribuida a costos de producción superiores a los estimados y a la interrupción de la fabricación por una huelga en su planta de Seattle. Desde el inicio del contrato, el programa KC-46 ha acumulado pérdidas multimillonarias.
El KC-46A fue diseñado para sustituir a los veteranos KC-135, en servicio desde la década de 1950, y a los KC-10 Extender, retirados en septiembre de 2023. Sin embargo, las dificultades técnicas y logísticas han ralentizado su despliegue, generando incertidumbre sobre su operatividad a largo plazo.
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