El domingo 15 de diciembre por la tarde, aterrizó en la base aérea de El Palomar el C-130 Hércules (matrícula TC-69), transportando la célula del primer avión de combate F-16 de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). Este arribo marca un hito en el proceso de recuperación de la capacidad supersónica de la FAA.

Junto con la célula, el Hércules trajo los últimos componentes necesarios para conformar el F-16BM Block 10, que será ensamblado en la base aérea de Tandil, ubicada en la provincia de Buenos Aires. Esta base alberga a la VI Brigada Aérea, desde la cual operarán los 24 F-16 MLU adquiridos a Dinamarca.

El traslado de los componentes desde Aalborg, Dinamarca, hacia la Argentina comenzó el 3 de diciembre. Para esta operación se utilizaron los servicios del C-130 Hércules con matrícula TC-66 «Polo Sur». Entre los elementos transportados se incluyó el motor Pratt & Whitney F100, que propulsa todas las variantes del F-16 hasta la aparición del «compartimiento del motor común», diseñado para aceptar tanto el P&W F100 (bloque 32) como el General Electric F110 (bloque 30) en los F-16 C/D de los bloques 30/32.

La aeronave traída en sucesivos vuelos de los C-130 es el F-16 «número 25», un modelo F-16B biplaza Block 10. Aunque esta unidad no se encuentra en condiciones de vuelo, desempeñará un rol fundamental en la formación y entrenamiento del personal técnico y operativo de la base. Este avión estará destinado al futuro Centro de Instrucción y Perfeccionamiento de la VI Brigada Aérea, cuyas obras están próximas a comenzar.

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Se prevé que en breve inicien las tareas de ensamblaje del primer F-16 argentino, con la asistencia técnica de personal danés. La intención es llevar a cabo una ceremonia de presentación oficial de la aeronave antes de que finalice el año. No obstante, el Ministerio de Defensa argentino aún no ha confirmado una fecha concreta para este evento