Los fabricantes extranjeros de componentes utilizados por el Irkut MC-21 se negaron a suministrar piezas para el modelo, según informó Denis Manturov, ministro de Industria y Comercio de Rusia. La decisión afecta incluso a los pedidos pagados por adelantado.

La medida, que se suma a las restricciones recibidas por el país luego del comienzo de su invasión a Ucrania, impactará en la entrega de aeronaves. United Aircraft Corporation (UAC), la corporación rusa de apoyo y fortalecimiento de la industria aeronáutica, entregaría dos unidades este año, en lugar de las cuatro previstas.

Según Manturov: «Se nos niega el suministro de componentes en el marco de nuestra amplia cooperación internacional. Al mismo tiempo, incluso los pedidos prepagados están ahora congelados y no se entregan. Y no hay ninguna explicación».

En un contexto extendido de sanciones, Rusia ya estaba trabajando en la sustitución de importaciones. Recientemente, el modelo obtuvo la certificación para sus alas de materiales compuestos rusos. Sin embargo, las nuevas medidas podrían afectar la fecha de entrada en servicio del MC-21, prevista para septiembre de 2022.

El ministro se refirió también a la producción del Sukhoi Superjet 100 y aseguró que el plan es certificar la versión libre de componentes importados en 2023. En ese caso, las entregas a aerolíneas rusas comenzarían en 2024.

De acuerdo con lo informado por el funcionario, UAC dispone de suficientes repuestos y componentes extranjeros para continuar la producción de hasta diecinueve SSJ-100. «Los estamos llevando a la aeronavegabilidad y también serán entregados a nuestros operadores rusos», aclaró.

Por otro lado, Rusia estudia la posibilidad de aumentar el ritmo de producción de los Túpolev Tu-204 para alcanzar las diez unidades fabricadas por año.