Tras reiterados reclamos, LATAM Airlines logra un acuerdo con la organización que defiende a los consumidores de Chile y aclara la política de “flexibilidad”
La llegada del coronavirus provocó gran cantidad de reclamos por parte de los pasajeros hacia las aerolíneas, lo que provocó que los términos y condiciones a la hora de comprar un pasaje tuvieran que reverse y aclararse.
LATAM Airlines y la Asociación de Consumidores y Usuarios de Chile (Agrecu) lograron un acuerdo de conciliación a principios de octubre, para aclarar el proceso de la devolución de un pasaje en el momento que el pasajero lo requiera.
Finalmente, la audiencia entre LATAM y Agrecu se realizó después de numerosas demandas impulsada por la organización en el mes de julio. Allí, un Juez Chileno visó el convenio pactado, tras escuchar los términos que se definieron el 1 de octubre.
En un comunicado de prensa, LATAM dijo que «valora el acuerdo alcanzado y reafirma su compromiso con la seguridad y flexibilidad comercial de cara a sus clientes».
La asociación de consumidores demandó a LATAM Airlines en julio de este año por considerar como publicidad engañosa las ofertas de pasajes aéreos, el incumplimiento en los contratos y la devolución del dinero a pesar de no prestar el servicio, y continuar haciendo ofertas sin la seguridad para el consumidor del cumplimiento en la fecha contratada, publica Diario Financiero de Chile en su sitio web.
Luego del acuerdo, LATAM ofreció entregar más detalles sobre cuándo el pasajero queda cubierto con la política de flexibilidad.
Respecto a esto, quedó establecido que los beneficios de flexibilidad tendrán alcance para aquellos pasajes comprados directamente a la aerolínea, a través de las oficinas comerciales o por la página web, lo que deja afuera del beneficio los tickets que se adquieran de forma indirecta, como por ejemplo páginas de terceros.
Tampoco podrán acceder al beneficio de flexibilidad aquellos pasajeros que cancelen su vuelo por decisión propia, de ser así no podrán reclamarle a la aerolínea Bouchers, ni tampoco canjearlo por pasajes o servicios ni solicitar la devolución de dinero.
Desde el 19 de noviembre quedan vigentes las nuevas políticas firmadas por ambas partes. Cada caso será distinto a otro y en caso de iniciar el reclamo, el pasajero deberá tener en cuenta los términos y condiciones.
En caso de tener que hacer uso del beneficio de flexibilidad, el trámite se deberá hacer dentro de los 15 días hábiles, mientras que, si el pasajero pide la devolución del dinero en efectivo, la gestión podría tardar hasta 30 días hábiles.
De esta manera “la letra chica” se hace un poco más grande y los pasajeros tendrán más claro que les corresponde en caso de iniciar un reclamo, nunca está de más antes de comprar, tomarse unos minutos para leer los términos y condiciones y que, en caso de un imprevisto, no surjan sorpresas.
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