"Un cambio fundamental es necesario": la FAA refuerza la supervisión a Boeing tras incidente con el 737 MAX
A un año del incidente en el que un tapón de puerta en cabina media se desprendió de un Boeing 737 MAX de Alaska Airlines tras despegar de Portland, Oregon, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) detalla los pasos tomados para fortalecer la supervisión de Boeing y prevenir futuros problemas de seguridad.
El administrador de la FAA, Mike Whitaker, recordó cómo se enteró del incidente, que ocurrió apenas dos meses después de asumir el cargo. “Estaba en casa cuando recibí la noticia; era un viernes por la noche, después de un día en el Centro de Comando de la FAA en Virginia”, señaló.
El incidente generó preguntas inmediatas sobre la seguridad de las aeronaves. “Las puertas de los aviones están diseñadas para que no puedan abrirse durante un vuelo presurizado. ¿Hubo un evento externo, como un dispositivo incendiario, que causó este problema? Si no, había un problema grave con esta aeronave que debía abordarse de inmediato”, explicó Whitaker.
Medidas inmediatas y cambios sistémicos
Tras el incidente, la FAA emitió una directiva de aeronavegabilidad de emergencia, lo que resultó en la suspensión temporal de los vuelos de los 737 MAX con este tipo de tapón de puerta. Posteriormente, se implementaron medidas más amplias, incluyendo el aumento de inspectores en las líneas de producción de Boeing, la limitación de los niveles de producción y una auditoría exhaustiva de sus procesos.
Whitaker destacó que el objetivo era claro: “Requerimos que Boeing desarrollara un plan integral para resolver sus problemas sistémicos de calidad en la producción”. Además, mencionó reuniones frecuentes con líderes de Boeing para enfatizar la importancia de la seguridad: “Hablé directamente con el CEO sobre la importancia de adherirse a los principios de gestión de seguridad al reanudar la producción”.
Uno de los puntos clave señalados por Whitaker fue la necesidad de un cambio cultural dentro de Boeing. “Esto no es un proyecto de un año. Lo que se necesita es un cambio fundamental orientado a priorizar la seguridad y la calidad sobre las ganancias”, afirmó, subrayando que la FAA continuará con una supervisión estricta y sostenida.
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Como parte de este esfuerzo, la FAA fomentó un programa de reporte interno para empleados de Boeing, lo que llevó a un aumento en los reportes de seguridad. “Un incremento en los reportes —ya sea en un fabricante, una aerolínea o la FAA— puede ser una señal de una cultura de seguridad saludable”, destacó Whitaker.
Próximos pasos y aprendizajes
La FAA también colabora activamente con la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) en la investigación del incidente. “Apoyamos la investigación de la NTSB y revisaremos cualquier recomendación que se proporcione para mejorar nuestros procesos internos”, dijo Whitaker, quien también señaló que se evalúan sugerencias de otras entidades, como la Oficina del Inspector General.
El administrador concluyó con confianza en el equipo de seguridad de la FAA, afirmando que la supervisión reforzada continuará más allá de su mandato. “Tengo plena confianza en que el equipo altamente calificado y comprometido de la agencia continuará aplicando la rigurosa supervisión necesaria”.
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