El Gobierno japonés tomó la decisión de establecer una red de satélites para la detección y seguimiento de objetivos hipersónicos, como los sistemas de armas que están desplegando Rusia y China.
Según el medio Yomiuri Shimbun, la constelación inicial estaría compuesta de 3 satélites de pequeñas dimensiones, que pesarán entre 100 y 500 kg, los cuales tendrán una órbita baja de alrededor de 400km de altitud. Estarán equipados con cámaras de observación y otros sensores, que les permitirán realizar la detección y seguimiento de objetivos superveloces, que vuelen tanto sobre tierra como sobre el agua.
Según revelaron funcionarios del Gobierno, el costo para establecer esta red de detección temprana satelital rondaría los 525 millones de dólares.
Los vehículos planeadores hipersónicos (HGV), como el Avangard ruso o el Dongfeng DF-17 vuelan en una trayectoria irregular a grandes altitudes, a más de cinco veces la velocidad del sonido. A diferencia de los misiles balísticos ordinarios, que salen de la atmósfera y dibujan una parábola y tienen una trayectoria (balística) fácil de predecir, los HGV se mueven en la atmósfera, lo que los hace difíciles de detectar y rastrear con un radar terrestre y más difíciles aún de interceptar con medios anti-balísticos tradicionales.
Actualmente son las redes satelitales los medios considerados como los mas idóneos para lograr una detección temprana ante un ataque con armas hipersónicas, ya que una de las grandes ventajas de estos sistemas de armas es el muy acotado tiempo de reacción que dejan a la defensa aérea.
La primera red de satélites servirá como prueba y validación de la tecnología aplicada. Mas adelante deberían seguirle otros lanzamientos para aumentar la cobertura alrededor de las islas japonesas.
Se especula que, para obtener una protección adecuada, sería preciso disponer de 30 o más satélites de vigilancia. Pero el costo de semejante emprendimiento podría ser prohibitivo para el presupuesto de defensa japonés, que pese a estar en expansión, tiene muchos frentes que cubrir simultáneamente.
Es por eso que una de las opciones que se están barajando es la de participar en el desarrollo de la red de observación satelital que los EE. UU. están desarrollando para los mismos fines. También entra en los planes trabajar conjuntamente con la amplia red de satélites de observación civiles. Una fusión de datos de fuentes diversas podría dar los mismos resultados, a un menor coste, que el despliegue de una red satelital dedicada propia.