(Ninguna) Sorpresa: Virgin no renueva su pedido de aviones supersónicos Boom Overture

En un retroceso para la revitalización del viaje supersónico, Virgin Group decidió no renovar un contrato firmado en 2016 con el objetivo de adquirir 10 aviones de Boom Supersonic.

Virgin Galactic, la división de viajes comerciales suborbitales, firmó un acuerdo de asociación con Boom en 2016. Sin embargo, fuentes internas citadas por The Telegraph revelaron que el acuerdo expiró cuatro años después. Es importante destacar que Boom nunca tuvo un acuerdo concreto con Virgin Atlantic, el negocio principal donde Sir Richard Branson conserva la mayoría de las acciones.

El avión insignia de Boom, el Overture, está diseñado para transportar de 65 a 80 pasajeros a una velocidad de Mach 1,7, equivalente a aproximadamente 2.100 millas por hora. Para ayudar a construir estos aviones y perseguir la certificación comercial para 2029, Boom consiguió el apoyo de Leonardo, Aernnova y Aciturri, entre otros.

Mientras que United Airlines, American Airlines y Japan Airlines tienen pedidos “firmes” -siempre y cuando el avión finalmente exista, claro está- para un total de 130 aeronaves, Virgin Group dejó expirar su opción de compra de 10 aviones.

En 2017, TechCrunch indicaba que Boom había asegurado pedidos de cinco aerolíneas por 76 aviones, con 2023 como fecha estimada para la entrada en servicio. Estimación que no podrá cumplirse y que fue corrida -por ahora- hasta 2030.

Adiós nuevo Concorde? Boom pospone (de nuevo) el primer vuelo del Overture

Un representante de Boom declaró: “La cartera de pedidos comerciales de Boom asciende actualmente a 130 aviones. Esta cifra incluye pedidos y prepedidos de American Airlines, United Airlines y Japan Airlines. Virgin Group no tiene actualmente un compromiso firme con Boom. Esperamos mantener conversaciones con su equipo sobre los viajes supersónicos sostenibles”. Nada dice de esas supuestas 76 órdenes anteriores, ni de las cinco compañías. Tampoco se dice nada sobre cuándo podrían las tres aerolíneas actualmente comprometidas salirse del acuerdo.

Fuentes cercanas a Virgin indican que el grupo sigue interesado en el desarrollo de formas de viaje aéreo de alta velocidad y sostenibles. “Sir Richard Branson y su equipo continúan supervisando de cerca el progreso de Boom”, aseguran.

Con un proyecto que continúa atrasándose y posponiendo sus fechas clave, con un prototipo que todavía no vuela, con un motor que todavía está en fase de diseño por un grupo técnico que no es parte de los fabricantes tradicionales y que depende de un aluvión de pedidos que hoy no existe para poder diluir los costos de desarrollo en una producción en escala aceptable y con una certificación por delante, Boom la tiene complicada para lograr un avión supersónico comercial que pueda superar las pruebas de ruido, consumo y performance que comprometió en su momento.

Rediseñado más de una vez, el avión (que pasó de trimotor a tetrarreactor), mantiene la promesa de volar con SAF y con bajos niveles de ruido. Más allá de todos los desafíos técnicos, el otro gran problema por delante es que la operación sea económicamente sostenible: un asunto todavía más complicado de lograr que ser el nuevo Concorde.

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