Una delegación de técnicos y funcionarios de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) visitará China el próximo mes para realizar pruebas de campo como paso previo al inicio del proceso de certificación europeo del avión COMAC C919, modelo con el que el país busca enfrentar a la familia A320 y B737.
Según reporta el diario South China Morning Post citando fuentes cercanas al tema, la delegación participará de vuelos en simuladores, se reunirá con el equipo de diseño de COMAC y con sus pares de la Administración de Aviación Civil de China (CAAC).
Esto incluirá una visita a la línea de ensamblaje del C919 y una examinación detallada de la aeronave con la intención de que a principios de 2025 puedan realizar el primer vuelo de certificación, aunque la fecha no está del todo confirmada, afirma el medio chino, agregando que en los últimos meses se han llevado adelante varias reuniones de alto perfil entre reguladores chinos y europeos.
El gobierno chino espera que con la certificación europea se abran nuevos mercados para el C919, modelo que acumula más de 1.000 pedidos, la amplia mayoría por parte de aerolíneas locales.
El C919 debutó en el servicio comercial en mayo del año pasado, y desde entonces ya se han entregado seis aeronaves a China Eastern Airlines.
A diferencia de otros reactores comerciales fabricados en China (como el Y-10 o el ARJ-21), el C919 fue diseñado desde cero por equipos locales. El proceso de fabricación comenzó en 2011 y la primera aeronave voló en 2017, obteniendo la certificación china en 2022.
El C919 tiene versiones con diferente cantidad de asientos (de 158 a 190), de forma similar a los competidores occidentales de Airbus y Boeing. La autonomía de vuelo media del C919 es de unos 4.075 km, la máxima – 5.500 km, pudiendo volar a una altitud de hasta 12.000 m.
Ver también: China Eastern Airlines recibe su sexto COMAC C919 y realizó el primer vuelo comercial fuera de China
Dificultades del C919
El desarrollo del “A320/737 killer” no estuvo exento de complicaciones. Desde que se presentara en 2008, COMAC enfrentó problemas en el suministro de repuestos por parte de sus proveedores y el endurecimiento de los controles a las exportaciones por parte de Estados Unidos.
Desde diciembre de 2020, el país norteamericano exige licencias especiales para exportar piezas y asistencia tecnológica a cualquier empresa que posea lazos con el ejército chino. Esta medida afectó particularmente el desarrollo del programa, que ya había sufrido demoras en su cronograma inicial.
Si bien la aeronave se ensambla en China, depende en gran medida de componentes occidentales. La planta motriz y la aviónica, dos elementos claves del desarrollo de un nuevo avión, no son producidos en el país asiático. Como consecuencia, el proyecto se volvió más vulnerable a las restricciones internacionales en materia de exportaciones y transferencias de tecnologías.