Un grupo de senadores rusos presentó un proyecto de ley que busca autorizar a Rosaviatsia, la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia, para certificar componentes fabricados en el país destinados a aviones Airbus y Boeing. La iniciativa, identificada como el proyecto de ley No. 746052-8, tiene como objetivo regular la producción de piezas alternativas para la aviación civil, una necesidad que ha surgido debido a la escasez de repuestos extranjeros provocada por las sanciones internacionales.
Según destacan los senadores Andrei Kutepov (San Petersburgo), Murat Khapsirokov (Adigueya), Andrei Epishin (Tver), Arsen Kanokov (KBR) y Andrei Shokhin (Vladímir), la falta de una regulación clara podría provocar que la fabricación de estas piezas se traslade a China, donde los procedimientos burocráticos para la instalación de repuestos en aviones son menos estrictos.
El proyecto de ley propone modificar el artículo 37 del Código Aéreo de la Federación Rusa para permitir que Rosaviatsia regule la certificación de piezas fabricadas por empresas rusas. Según la nota explicativa del documento, esta medida busca fomentar la producción local de componentes alternativos (PMA – Part Manufacturer Approval) que puedan reemplazar las piezas originales utilizadas en la reparación de aviones extranjeros.
Desde la imposición de sanciones contra Rusia la provisión de repuestos extranjeros ha disminuido considerablemente, lo que ha creado un déficit que según los legisladores no se resolverá en el corto plazo. Esta situación está impulsando el desarrollo de un mercado local de componentes alternativos. Sin embargo, los senadores advierten que si la regulación no se adapta a las necesidades del sector, existe el riesgo de que surja un mercado gris de piezas no auténticas, lo que podría comprometer la seguridad y calidad de los componentes utilizados en la aviación civil rusa.
Los autores del proyecto también señalan que un decreto gubernamental emitido en marzo de 2022 permite el uso de componentes importados en aviones Airbus y Boeing, lo que genera una competencia desigual para los fabricantes rusos. La falta de un marco regulatorio claro podría empujar a los fabricantes nacionales hacia prácticas no reguladas, lo que afectaría negativamente tanto a la industria como a la seguridad aérea en el país.
no creo q esten flojos de papeles. para ellos seria una buena alternativa y para terceros gambien pues bajaría precios