El X-37B Orbital Test Vehicle-6 (OTV-6), el avión espacial no tripulado y reutilizable de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, aterrizó con éxito en la instalación de aterrizaje del Centro Espacial Kennedy de la NASA el 12 de noviembre de 2022, a las 05:22 horas.
Según informó la Fuerza Espacial norteamericana, en esta sexta misión se introdujo por primera vez un módulo de servicio, un anillo acoplado a la parte trasera del vehículo que amplía el número de experimentos que pueden alojarse durante una misión.
El módulo de servicio se separó con éxito del OTV antes del aterrizaje, una actividad necesaria debido a las fuerzas aerodinámicas que experimenta el vehículo X-37B en la reentrada. En las próximas semanas, el módulo de servicio será eliminado de acuerdo con las mejores prácticas. El Secretario de las Fuerzas Aéreas, Frank Kendall, declaró: «La forma deliberada en que llevamos a cabo las operaciones en órbita -incluida la eliminación del módulo de servicio- pone de manifiesto el compromiso de Estados Unidos con las prácticas espaciales seguras y responsables, especialmente cuando el problema de los crecientes desechos orbitales amenaza con afectar a las operaciones espaciales mundiales».
La misión OTV-6 albergó el Módulo de Antena de Radiofrecuencia Fotovoltaica del Laboratorio de Investigación Naval. Este experimento aprovechó con éxito los rayos solares fuera de la atmósfera terrestre y pretendía transmitir energía a tierra en forma de microondas de radiofrecuencia. Además, el FalconSat-8 de la Academia de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, desarrollado en colaboración con el Laboratorio de Investigación de las Fuerza Aérea (AFRL), se desplegó con éxito en octubre de 2021. FalconSat-8 permanece en órbita, proporcionando a los cadetes de la Academia una experiencia práctica única como operadores espaciales antes de entrar en el servicio activo.
Se desplegaron múltiples experimentos de la NASA en el OTV-6. La exposición de materiales y la innovación tecnológica en el espacio (METIS-2) incluyó revestimientos de control térmico, materiales electrónicos impresos y materiales candidatos para el blindaje contra la radiación. METIS-1 -que voló en el OTV-5- consistió en placas de muestra similares montadas en el vehículo de vuelo. Los científicos de la NASA aprovecharán los datos recogidos después de que los materiales hayan pasado más de 900 días en órbita y compararán los efectos observados con las simulaciones en tierra, validando y mejorando la precisión de los modelos del entorno espacial.
Otro experimento de la NASA pretende investigar el efecto de la exposición espacial de larga duración en las semillas. Los científicos están interesados en la resistencia y la susceptibilidad de las semillas a las tensiones propias del entorno espacial, especialmente la radiación. El experimento de las semillas servirá de base para la producción de cultivos espaciales en futuras misiones interplanetarias y para el establecimiento de bases habitadas permanentemente en el espacio.
«El X-37B sigue superando los límites de la experimentación, gracias a un equipo de élite del gobierno y la industria», dijo el teniente coronel Joseph Fritschen, director del programa X-37B de la Oficina de Capacidades Rápidas del DAF. «La capacidad de realizar experimentos en órbita y llevarlos a casa de forma segura para un análisis en profundidad en tierra ha demostrado ser valiosa para el Departamento de la Fuerza Aérea y la comunidad científica. La incorporación del módulo de servicio en el OTV-6 nos ha permitido albergar más experimentos que nunca.»