Shell International Petroleum, una de las empresas petroleras más grandes del mundo, y el Grupo Lufthansa firmaron un memorando de entendimiento para explotar el suministro de combustible sostenible (Sustainable Aviation Fuel o SAF) a aeropuertos de todo el planeta. La intención es abastecer con hasta 1,8 millones de toneladas durante siete años. El contrato entraría en vigencia a partir de 2024.
Este acuerdo entre Lufthansa y Shell sería una de las cooperaciones comerciales más importantes en relación a la sostenibilidad de la industria. También comprendería el mayor compromiso asumido por ambas compañías en torno al SAF.
La cooperación permitiría a Lufthansa promover una mayor disponibilidad y mayor utilización de SAF, algo que considera esencial para la neutralidad de emisiones de CO2 de la industria. Lufthansa sostiene que es uno de los mayores utilizadores de SAF dentro de Europa. Señalan además que pretenden seguir siendo uno de las principales compañías aéreas del mundo en el uso de este tipo de queroseno.
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El memorando de entendimiento, para Shell, es parte de su plan para que en 2030 al menos diez por ciento de sus ventas mundiales de combustible aeronáutico sean de SAF. El combustible sostenible se produce sin el uso de fuentes fósiles. El mismo muestra un ahorro en emisiones de CO2 al ser comparado con el queroseno convencional.
Actualmente existen varios procesos de producción y distintas materias primas de las que se puede obtener este tipo de combustibles. La presente generación de SAF disminuye en alrededor de 80% las emisiones de CO2 en comparación con el queroseno convencional. Estos carburantes se producen principalmente a partir de residuos biológicos, por ejemplo, aceites de cocina usados. Sus principales impulsores sostienen que, a largo plazo, pueden conducir a una aviación prácticamente neutra en emisiones de CO2.
Lufthansa lleva años participando en la investigación e implementación del SAF. En este tiempo, ha creado una amplia red de proveedores y socios. La compañía actualmente está prestando especial atención a las tecnologías «power-to-liquid» y «sun-to-liquid», que prometen formar la próxima generación de combustibles sostenibles. Estas categorías implementan energías renovables o energía solar térmica dentro del proceso de producción.
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El grupo Lufthansa dice contar con un camino claramente definido hacia la neutralidad de CO2: para 2030, las emisiones netas de CO2 de la compañía deben reducirse a la mitad -en comparación con 2019- y para 2050, quiere alcanzar un balance neutro de CO2. Para ello, la compañía está implementando -entre otros planes- la modernización de su flota, la optimización continua de las operaciones de vuelo y el uso de combustibles de aviación sostenibles.
