El AEG J.I fue un biplano de ataque a tierra del año 1916, desarrollado a partir del avión de reconocimiento AEG C.IV. Se destacó por poseer una armadura de protección para el piloto y uno de los motores más poderosos de la época.
La compañía Allgemeine Elektrizítäts Gesellschaft (AEG) era una empresa eléctrica alemana fundada en el año 1883 que luego de unos años incorporó un departamento de aviación. Su primer avión fue diseñado y construido en 1910 y cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, la AEG se había establecido ya como fábrica de aviones, suministrando prontamente aviones militares para el ejército.
Historia
En 1916 el servicio aéreo alemán introdujo unidades de Infanterie-Flieger (aviadores de infantería), siendo tan buenos los resultados obtenidos en la batalla de Verdún que rápidamente comenzó la búsqueda para su expansión y equipamiento.
El J.I se construyó prontamente para satisfacer esta necesidad, pero a su vez estaban en la búsqueda de un avión más apto para esta función específica. El J.I era un prototipo más evolucionado del C.IV con un motor Benz Bz.IV de 200 hp con una chapa de 390 kg que brindaba protección a la tripulación, la cabina y el motor.
En el suelo de la cabina trasera, se montaron dos ametralladoras LMG 08/15 apuntando hacia adelante y hacia abajo con un ángulo de 45 grados aproximadamente, de modo que podían usarse para atacar trincheras o columnas de infantería enemigas en marcha. Además, el observador tenía una ametralladora Parabellum sobre montante circular.
Luego de este prototipo surgieron el AEG J.Ia, que poseía alerones tanto en el ala inferior como en el ala superior, y el AEG J.II, con alerones aerodinámicamente equilibrados y un fuselaje trasero extendido con una aleta más grande que le daba mayor estabilidad direccional.
Características
El J. I era un biplaza con una longitud de 7,2 metros, una envergadura de 13,5 metros y un altura de 3,4 metros. Y como mencionamos antes, su motor benz Bz. IV con una potencia de 200 hp le permitía alcanzar una velocidad máxima de 150 km/h con un alcance de 375 km y un régimen de ascenso de 0,9 m/s. Su techo de vuelo era de 4500 metros y podía llegar a pesar hasta 1740 kg.
Aunque su desempeño no era el mejor, marcó el prototipo para que bombarderos futuros, tales como el AEG G.II, el G.III y el G.IV, pudieran diseñarse.